Los fibromas uterinos, también conocidos como miomas uterinos, son tumores no cancerosos que se desarrollan en el útero de algunas mujeres. Estos tumores están compuestos de tejido muscular y fibroso y pueden variar en tamaño desde pequeños nódulos hasta tumores grandes que pueden distorsionar la forma del útero.

Los fibromas uterinos son muy comunes, y muchas mujeres pueden tenerlos sin saberlo porque no siempre causan síntomas. Sin embargo, en algunos casos, los fibromas pueden causar dolor pélvico, dolor durante las relaciones sexuales, sangrado menstrual abundante o prolongado, y otros síntomas.

Aunque los fibromas uterinos no son cancerosos, pueden afectar la fertilidad y el embarazo en algunas mujeres. El tratamiento para los fibromas uterinos puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas, terapia hormonal, procedimientos para reducir el tamaño de los tumores o cirugía para extirparlos.

La decisión de realizar una cirugía para tratar los fibromas uterinos depende de varios factores, incluyendo el tamaño y la ubicación de los tumores, la gravedad de los síntomas y la edad y los planes de reproducción de la paciente.

En general, se recomienda la cirugía para los fibromas uterinos si:

- Los síntomas son graves y afectan la calidad de vida de la paciente.
- Los fibromas uterinos son grandes o están creciendo rápidamente.
- Los fibromas uterinos están causando infertilidad o problemas durante el embarazo.
- Los tratamientos médicos no han sido efectivos para aliviar los síntomas.

Existen diferentes tipos de cirugía para tratar los fibromas uterinos, que incluyen la miomectomía, que consiste en extirpar los tumores mientras se preserva el útero, y la histerectomía, que implica la extirpación del útero completo. El tipo de cirugía recomendado dependerá de la situación individual de cada paciente. Es importante hablar con un especialista en ginecología para determinar el mejor plan de tratamiento para los fibromas uterinos.